lunes, 5 de agosto de 2019

Presentación ilusionante con muchas cosas por mejorar

La puesta de largo del nuevo Racing resultó muy positiva. Ante un rival de entidad como el Athletic de Bilbao, los cántabros fueron el fiel reflejo de su entrenador: intensos, aguerridos, solidarios y peleando hasta el final del partido. Los hombres de Iván Ania dejaron claro, ante los más de doce mil aficionados que acudieron al encuentro, que ésta puede ser una temporada muy ilusionante.

El equipo ofreció una buena imagen en líneas generales, con una plantilla a medio construir y con gran parte de los jugadores que consiguieron el ascenso en Palma de Mallorca en el once titular. Actitud y solidez pueden ser dos de las grandes características de este equipo y podemos tener la seguridad de que estos jugadores pelearán con garantías para salvar la categoría.



A pesar de todo ello, de la victoria y de las buenas sensaciones, debemos analizar mucho más en profundidad el partido. No pretendo criticar, ni mucho menos, pero sí que me gustaría destacar una circunstancia que me parece fundamental para conseguir los objetivos del equipo.

En primer lugar, creo que ningún aficionado que vio el partido de ayer tiene duda alguna de que el mejor del encuentro fue el portero, Luca Zidane. Evidentemente, cuando el mejor de tu equipo es el portero es porque algo ha fallado en el balance defensivo del equipo. 

Quizás, los problemas en la zaga del conjunto cántabro fueron su peor cara. Cierto es que el Athletic fue imponiendo un ritmo alto al juego y que se supone una mayor calidad en sus jugadores pero el equipo vasco llegó con cierta facilidad a las inmediaciones de Luca. El portero francés fue decisivo en cinco o seis acciones en las que dio buena cuenta de su calidad. 

Sin embargo, de esta circunstancia negativa también podemos obtener conclusiones positivas. Siguiendo con Luca Zidane, demostró reflejos, colación, un uno contra uno sensacional y un toque de balón que, sin parecerse al de su padre, mejora a varios de los jugadores del Racing. Además, su buena colocación le hace ser una pieza muy importante a la hora se sacar el balón con criterio desde la zona defensiva, una de las grandes carencias que tienen los equipos en el fútbol actual.



A pesar de ello, creo que la imagen del equipo fue positiva, consiguiendo vencer a un equipo que, como todos los años, dará guerra en la primera división. Con una plantilla a medio cerrar las carencias parecen centrarse en un defensa central de garantías, parece que suena Alexis, y un delantero que pueda aportar una buena cantidad de goles.

En definitiva, se presenta una temporada muy interesante en la que el Racing comienza a presentar sus credenciales para cumplir con creces los objetivos iniciales con los que comenzará a competir.

viernes, 24 de mayo de 2019

La afición está nerviosa, pero ¿cómo estarán los jugadores?

Parece que no pasan las horas. La inquietud, el miedo, la incertidumbre, son muchos de los rasgos que más están caracterizando a los racinguistas en esta tensa espera que falta hasta el domingo.

El "síndrome Reus" o la cagada contra el Barcelona B nos hacen afrontar esta eliminatoria con el respeto suficiente para no echar las campanas al vuelo.

Sabemos cómo estamos los racinguistas, todo lo que se nos pasa por la cabeza. Pero, a dos días para uno de los partidos más importantes de la temporada, me pregunto sobre cómo estarán los verdaderos protagonistas del envite.


Visualizo a Iván Crespo en el sofá de su casa con la tranquilidad propia que muestra en la portería. Veo a Buñuel jugando a la Playstation mientras piensa en lo que les ha dicho Iván Ania en la charla de esta mañana. También veo a Figueras dando ánimos a sus compañeros y haciendo bromas para quitar tensión en el grupo de jugadores que tienen en Whatsapp.

Me atrevo a ver a Óscar Gil yendo de compras a El Corte Inglés o  a Olaortúa en el cine, viendo la última película de Los Vengadores.
Visualizo a Castañeda llevando a su hijo a la guardería mientras echa una mirada a los tres años anteriores fallidos y a Cejudo escribiendo a su familia y explicándoles todo lo que se juegan este fin de semana. A Sergio y Mario acudiendo los primeros a entrenar.

Veo a Cayarga y a Enzo con la ilusión de jugar en segunda división y sin ningún miedo al rival. Puedo imaginarme a Segovia celebrando su cumpleaños en familia en un restaurante de la ciudad. Además, a Barral jugando con sus chiquillos y enviando mensajes y chistes para responder a Figueras en el grupo de Whatsaap.

Veo a Ania y a sus colaboradores viendo vídeos del rival y tomando notas mientras cambia opiniones con Negredo sobre cómo afrontar el partido desde la tranquilidad de verse respaldado por una fiel afición. Pienso en Jon Ander en el gimnasio trabajando para recuperarse lo antes posible y transmitiendo mensajes de optimismo a sus compañeros.


Veo a Quique Rivero limpiando su casa con la misma tranquilidad con la que tira un penalti y a Rafa de Vicente y a Nico Hidalgo compartiendo paseo por la playa con su tradicional gracia andaluza.
Veo a Noguera hablando con su familia para ubicarlos el domingo en el estadio y transmitiendo toda la confianza que tiene el equipo.

En definitiva, veo mi nerviosismo como algo normal y común antes de este partido, igual que el resto de racinguistas, a la vez que imagino a una plantilla tranquila, mentalizada y preparada para asumir uno de los mayores retos de su carrera. Es precisamente ese detalle, el que me tranquiliza. Nosotros podemos estar nerviosos pero los jugadores saben lo que tienen entre manos y saben gestionar esta situación. El domingo lo demostrarán en un estadio lleno hasta la bandera. Sólo queda esperar.

jueves, 23 de mayo de 2019

A dos partidos del ascenso

La suerte ya está echada. Tras diez meses de competición el objetivo final ya está a falta de dos partidos. Dos partidos que el conjunto santanderino ha estado preparando durante los últimos tres meses. Los mismos en los que se supo campeón de grupo. Los mismos en los que parece que bajó los brazos y la intensidad para no desgastarse y llegar con fuerzas y todo el arsenal preparado para afrontar lo verdaderamente importante.

Desde que empezó la temporada con la llegada de un nuevo cuerpo técnico encabezado por Iván Ania y muchos fichajes después, el conjunto santanderino ha ido creciendo en la competición, avanzando en sus objetivos y dejando muy claro a todos los aficionados que este año iba en serio, que tras los fracasos anteriores, esta temporada iba a ser distinta y que no iba a haber excusas.

Iván Ania, entrenador del Racing

Los datos así lo reflejan: el Racing ha sido el mejor equipo de los ochenta que participan en la segunda división b. Fue el primero en clasificarse para el play off de ascenso y el primer campeón de todas las competiciones futbolísticas españolas. Sin embargo, ahora todo eso ya no vale. Ahora lo que vale es ganar como sea para poder dejar atrás una categoría que no le corresponde, ni por afición, ni por ciudad, ni por historia, ni por plantilla.

Las palabras ya quedan atrás y lo verdaderamente importante es que el equipo siga manteniendo las señas de identidad con las que inició el campeonato, con presión alta, seguridad defensiva y pegada en la parte delantera. Creo que hay un entrenador con el carácter y personalidad suficiente como para inculcar a sus jugadores toda la realidad que rodea a un club como el nuestro. Algo de ello se pudo ver en el tramo final del partido ante el Logroñés.

Rival Complicado

Sabemos que no será fácil, ya que el Atlético Baleares es, también, un campeón de grupo que ha hecho muy bien las cosas. Así todo y conscientes de la dificultad que supone todo ello, la afición racinguista debemos tener en cuenta que no se juega solo un partido, sino dos, y que por muy bien que hagamos las cosas en el partido de ida del próximo domingo, aún habrá una nueva oportunidad una semana después.

El pasado nos condiciona y nos hace mucho más precavidos. Los golpes recibidos ante el Reus o el Barcelona B nos obligan a no dar la eliminatoria por ganada. Tenemos muchas ganas de que eso pase y la ciudad al completo espera que así sea. 

Sabemos que este grupo de profesionales ha venido a Santander para jugar este tipo de partidos. Tienen experiencia en ello y calidad suficiente para devolver  a este equipo al fútbol profesional. Sin duda, en todos ellos depositamos las esperanzas de los más de veinte mil espectadores que iremos el domingo al estadio y los muchos que desde la distancia están pendientes de nuestro Racing.


Llegó el momento. Hemos estado esperando toda la temporada para ello. Ahora toca apoyar y esperar que este grupo cumpla las expectativas con las que llegó a Santander. El domingo tenemos el primer asalto. Toda mi confianza queda depositada en esta plantilla.

domingo, 16 de septiembre de 2018

VALORACIONES | Izarra-Racing

En un partido difícil de valorar por la disparidad de juego entre la primera y la segunda mitad, vamos a intentar aportar nuestra visión particular de las actuaciones de los protagonistas del partido.




6.- Iván Crespo.  Poco pudo hacer en los dos goles del rival. Tuvo sus dos buenas acciones de cada partido. Así todo, esta temporada Iván me está ofreciendo ciertas dudas que no las pude ver el pasado año, sobre todo en acciones de juego aéreo.


6.- Buñuel. Muy bien en ataque, sobre todo en la primera mitad. Autor del primer gol y protagonista del centro del segundo, el jugador navarro fue muy regular en la primera parte. Sufrió más de la cuenta tras el descanso. En una indecisión suya llegó el gol del empate.

7.- Castañeda. Muy regular en todo el partido. Se prodigó muy poco en ataque pero cuando lo hizo estuvo correcto. En defensa no estuvo mal.

6.- Olaortúa. Buena primera parte del jugador vasco. Contundente en el juego aéreo y sin complicaciones con el balón en los pies. En la segunda mitad intentó capear el temporal como pudo, no siendo de los peores pero fue sustituido a falta de veinte minutos para el final del partido.

5.- Óscar Gil. Correcto en la primera mitad. Flojo en la segunda, con demasiado trabajo y con ciertas dudas en el centro de la defensa.

5.- Sergio Ruiz. Como el resto del equipo, muy bien en la primera mitad pero desaparecido en la segunda parte. No organizó el juego racinguista y se limitó a defender y a contener, pero sin demasiado éxito.


6.- Quique Rivero. Se ve a un jugador muy diferente al del año pasado. Parece más contundente a la hora de defender y es incuestionable su calidad con el balón en los pies. Desapareció en la segunda mitad ya que no pudo tocar demasiado balón.

5.- Enzo. Tuvo destellos en la primera mitad pero no logró ser efectivo con el balón. Perdió muchas veces buenas oportunidades de generar peligro por no soltar primero el balón. Desdibujado tras el descanso e incluso desaparecido.

6.- Nico Hidalgo. Bien en la primera parte. Se le ve muy vertical con el balón en los pies y con mucha calidad. Tras el descanso estuvo más pendiente de defender y ayudar a Buñuel.

6.- Kitoko. Muy buena primera mitad, dando salida al juego desde la línea defensiva y recuperando muchos balones en labores defensivas. En la segunda parte estuvo muy gris como el resto de centrocampistas.


7.- Dani Segovia. Consiguió marcar de nuevo. Estuvo muy activo y peleón para luchar con la defensa rival. En la segunda parte estuvo mucho más desasistido aunque pudo marcar en la última jugada el gol de la victoria.


5.- Cayarga. Se limitó a defender. En los minutos en los que estuvo en el campo no fue capaz de desbordar ni de generar peligro al contraataque. 

5.- Figueras. Dispuso de 20 minutos para aportar veteranía e intentar frenar las llegadas del rival. Se le vio lento y poco metido en el partido.


5.- Rafa de Vicente. Entró para reforzar y refrescar el centro del campo pero no estuvo cómodo y apenas pudo aportar un par de jugadas de ataque.

CRÓNICA IZARRA-RACING | El Racing ofrece dos caras muy diferentes y deja escapar un partido que tenía encauzado

IZARRA: Iricibar, Eguarás, Eneko Martínez, Cabrera, Casado, Cisneros, Garrido (Areso, min. 84), Cristo Díaz, Laborda, Francis Suárez (Chema Moreno, min. 70), Deivid (Sagues, min. 61)

Racing: Crespo, Buñuel, Castañeda, Gil, Olaortúa (Figueras, min. 74), Sergio, Hidalgo (Cayarga, min. 68), Kitoko, Segovia, Rivero (De Vicente, min. 79), Enzo.

Goles: 0-1, min. 12, Buñuel. 0-2, min. 36, Dani Segovia. 1-2, min, 73, Chema Moreno. 2-2, min. 81, Cristo Díaz.

Árbitro: Daniel Palencia Caballero (Colegio Vasco) Amonestó a Rivero (min. 15), Kitoko (min. 24), Casado (min. 39), Eneko (min. 46), Eguaras (min. 77), Cisneros (min. 86)

Incidencias: Partido disputado en el Campo de Merkantodoa de Estella ante unos 2.000 espectadores. Unos 300 aficionados racinguistas.
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El Racing tuvo hoy dos caras, como el Doctor Jeckyll y Míster Hyde. Dominó la primera parte, fue solvente e inteso y anuló por completo a un rival que tan sólo pudo esperar en su campo para intentar robar algún balón a los cántabros. Sin embargo, el Racing de la segunda parte fue gris, cobarde y demasiado reservado, lo que provocó que su rival se viniese arriba para terminar compitiendo mejor que los verdiblancos.

El partido ante el Izarra debía servir para dar un golpe sobre la mesa. Tras la goleada en liga al Arenas de Getxo y la victoria en Copa del Rey ante el UCAM de Murcia, el partido de esta tarde era el punto de fusión para ver la capacidad de este equipo para solventar situaciones difíciles. Iván Ania lo tenía claro, había estudiado muy bien a su rival y a lo largo de la semana se pude ver cómo se trabajaban los puntos fuertes del Izarra.

El técnico asturiano, consciente de la acumulación de partidos, volvía a hacer cambios en el once inicial. Olaortúa regresaba al centro de la defensa junto a Óscar Gil. En el centro del campo, Quique Rivero se hacía con un hueco para jugar por delante de Kitoko y Sergio Ruiz y relevando a Cayarga al banquillo. En punta de ataque, Dani Segovia era el elegido para pelearse, literalmente, con la zaga navarra.



Desde los primeros minutos, el Racing fue serio, ordenado y consciente de la importancia del partido. Un Kitoko imperial, bajaba a recibir el balón a la línea defensiva para suplir las carencias de la pareja de centrales a la hora de iniciar el juego desde atrás. La defensa, resolvía con contundencia los escasos acercamientos locales. En ataque, las bandas funcionaban y creaban peligro.

El dominio inicial racinguista se vio recompensado en el minuto 11, con una buena acción de Nico Hidalgo para abrir a la subida de Buñuel. El jugador navarro centraba un gran balón que despistó por completo al portero local y terminó entrando en la portería. Primer gol que era muy celebrado por los cientos de aficionados racinguistas desplazados hasta Estella.

El Izarra estaba muy metido en su campo y apenas salía a las cercanías del área santanderina. Olaortúa se tuvo que emplear a fondo para enviar a córner un centro de falta que se fue envenenando. Fue una de las escasas aportaciones en ataque del equipo local.

Enzo Lombardo aportaba su movilidad, habilidad y magia para sacarse un buen recorte y un posterior disparo que se iba fuera por poco. El Izarra tan sólo era peligroso a balón parado. 

Los minutos pasaban y el Racing no sufría. Dominaba el juego y embotellaba a su rival en su campo. Castañeda quiso rememorar su gol desde el medio campo y lo intentó en el minuto 24, pero esta vez el portero local estuvo bien colocado. Poco después, Nico Hidalgo protagonizó una buena subida por la banda derecha pero su centro final se paseó por el área del Izarra. Iba a ser el aviso que precediera al segundo gol racinguista. Enzo se hizo con el balón y abrió a la subida de Buñuel, quien iba a poner un excelente balón al segundo palo para que Dani Segovia marcara por segundo partido consecutivo. Cero dos y una sensación de que el partido estaba cerrado.


Gol de Dani Segovia

La primera mitad finalizaba con un lanzamiento de falta que Quique Rivero a punto estuvo de convertir en gol. Gran primera parte del Racing que noqueaba completamente a su rival.

Se hizo de noche

El descanso no le sentó nada bien al Racing. Como en la novela Robert Louis Stevenson, parece que los pupilos de Iván Ania se tomaron una pócima infernal que cambió completamente la actitud de los jugadores racinguistas. Tardó un poquito en hacer efecto ese brebaje. Y es que en el minuto 52, Olaortúa transformaba en gol una jugada de estrategia del cuadro cántabro pero el colegiado consideró que el jugador vasco había cometido una falta previa.

Fue un punto de inflexión. El Doctor Jekyll se iba transformando en Míster Hyde, ofreciendo, poco a poco su peor cara. Garrido iba a comenzar con los avisos previos sobre la portería de Iván Crespo, pero el meta cántabro atrapaba muy bien el balón. 

El Racing se iba haciendo pequeño al tiempo que el Izarra crecía en el partido. Óscar Gil tuvo que emplearse a fondo para evitar el remate de Laborda cuando tenía una buena posición. Cisneros culminaba una buena jugada colectiva de los navarros que Iván Crespo tuvo que frenar. Todo se iba volviendo en contra de los santanderinos.

Ania, consciente de la decadencia de su equipo, comenzaba a mover su banquillo. Cayarga era el primero en salir en lugar de un cansado Nico Hidalgo. Pero el conservadurismo del Racing le hacía meterse en las inmediaciones de su área. Quique Rivero tuvo que mandar a córner un balón que que le quedaba franco a Laborda. 

Tanto se acercaban los navarros, que terminaron marcando. Y lo hicieron a balón parado. Un gran centro lateral de Cristo Díaz era rematado perfectamente por Chema Moreno al fondo de la red. Los locales reducían distancias y se lo empezaban a creer.

Con veinte minutos por delante el partido no pintaba nada bien para los racinguistas, que apenas inquietaban a los locales. El Izarra seguía creando muchos problemas en el juego aéreo, quizás por ello, Ania sacó del equipo a Olaortúa y dio entrada a Jordi Figueras. El asturiano buscaba refrescar a su equipo pero era incapaz de frenar las embestidas del Izarra. Rafa de Vicente entraba para reforzar el centro del campo en lugar de Quique Rivero.

Los cambios no surtieron efecto y el Izarra lograba el empate tras una indecisión de la zaga racinguista que supo aprovechar Cristo Díaz con un espléndido remate para poner la igualdad en el marcador. Fue un mazazo para un equipo racinguista que se volvió negro como la equipación que hoy lucía, completamente bloqueado y sin capacidad de reacción.

Gol de Cristo Díaz para el Izarra

Tal fue el atasco del Racing que el Izarra se pudo llevar el partido en el tiempo de añadido, cuando Sagues envió alto un balón cuando estaba bajo los palos de la portería de Iván Crespo. A pesar del susto final, en la última jugada del partido, un córner botado por Cayarga sorprendió a todos y Dani Segovia no pudo enviar el balón a la red tras un mal bote cuando se encontraba complemente solo.

Empate final que refleja fielmente lo que fue el partido, con una parte para cada equipo. El Racing fue grande y valiente en la primera mitad pero timorato y flojo en la segunda parte. Tras cuatro jornadas de liga y dos partidos de Copa, queda mucho camino por recorrer pero es cierto que en campos como el de Merkatondoa es donde se puede decidir la liga. El traspiés de hoy debe servir para sacar conclusiones y saber que cualquier rival puede complicarte la vida. El próximo domingo, nueva oportunidad para resarcirse de este pequeño golpe ante el Club Deportivo Vitoria.