domingo, 16 de septiembre de 2018

CRÓNICA IZARRA-RACING | El Racing ofrece dos caras muy diferentes y deja escapar un partido que tenía encauzado

IZARRA: Iricibar, Eguarás, Eneko Martínez, Cabrera, Casado, Cisneros, Garrido (Areso, min. 84), Cristo Díaz, Laborda, Francis Suárez (Chema Moreno, min. 70), Deivid (Sagues, min. 61)

Racing: Crespo, Buñuel, Castañeda, Gil, Olaortúa (Figueras, min. 74), Sergio, Hidalgo (Cayarga, min. 68), Kitoko, Segovia, Rivero (De Vicente, min. 79), Enzo.

Goles: 0-1, min. 12, Buñuel. 0-2, min. 36, Dani Segovia. 1-2, min, 73, Chema Moreno. 2-2, min. 81, Cristo Díaz.

Árbitro: Daniel Palencia Caballero (Colegio Vasco) Amonestó a Rivero (min. 15), Kitoko (min. 24), Casado (min. 39), Eneko (min. 46), Eguaras (min. 77), Cisneros (min. 86)

Incidencias: Partido disputado en el Campo de Merkantodoa de Estella ante unos 2.000 espectadores. Unos 300 aficionados racinguistas.
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El Racing tuvo hoy dos caras, como el Doctor Jeckyll y Míster Hyde. Dominó la primera parte, fue solvente e inteso y anuló por completo a un rival que tan sólo pudo esperar en su campo para intentar robar algún balón a los cántabros. Sin embargo, el Racing de la segunda parte fue gris, cobarde y demasiado reservado, lo que provocó que su rival se viniese arriba para terminar compitiendo mejor que los verdiblancos.

El partido ante el Izarra debía servir para dar un golpe sobre la mesa. Tras la goleada en liga al Arenas de Getxo y la victoria en Copa del Rey ante el UCAM de Murcia, el partido de esta tarde era el punto de fusión para ver la capacidad de este equipo para solventar situaciones difíciles. Iván Ania lo tenía claro, había estudiado muy bien a su rival y a lo largo de la semana se pude ver cómo se trabajaban los puntos fuertes del Izarra.

El técnico asturiano, consciente de la acumulación de partidos, volvía a hacer cambios en el once inicial. Olaortúa regresaba al centro de la defensa junto a Óscar Gil. En el centro del campo, Quique Rivero se hacía con un hueco para jugar por delante de Kitoko y Sergio Ruiz y relevando a Cayarga al banquillo. En punta de ataque, Dani Segovia era el elegido para pelearse, literalmente, con la zaga navarra.



Desde los primeros minutos, el Racing fue serio, ordenado y consciente de la importancia del partido. Un Kitoko imperial, bajaba a recibir el balón a la línea defensiva para suplir las carencias de la pareja de centrales a la hora de iniciar el juego desde atrás. La defensa, resolvía con contundencia los escasos acercamientos locales. En ataque, las bandas funcionaban y creaban peligro.

El dominio inicial racinguista se vio recompensado en el minuto 11, con una buena acción de Nico Hidalgo para abrir a la subida de Buñuel. El jugador navarro centraba un gran balón que despistó por completo al portero local y terminó entrando en la portería. Primer gol que era muy celebrado por los cientos de aficionados racinguistas desplazados hasta Estella.

El Izarra estaba muy metido en su campo y apenas salía a las cercanías del área santanderina. Olaortúa se tuvo que emplear a fondo para enviar a córner un centro de falta que se fue envenenando. Fue una de las escasas aportaciones en ataque del equipo local.

Enzo Lombardo aportaba su movilidad, habilidad y magia para sacarse un buen recorte y un posterior disparo que se iba fuera por poco. El Izarra tan sólo era peligroso a balón parado. 

Los minutos pasaban y el Racing no sufría. Dominaba el juego y embotellaba a su rival en su campo. Castañeda quiso rememorar su gol desde el medio campo y lo intentó en el minuto 24, pero esta vez el portero local estuvo bien colocado. Poco después, Nico Hidalgo protagonizó una buena subida por la banda derecha pero su centro final se paseó por el área del Izarra. Iba a ser el aviso que precediera al segundo gol racinguista. Enzo se hizo con el balón y abrió a la subida de Buñuel, quien iba a poner un excelente balón al segundo palo para que Dani Segovia marcara por segundo partido consecutivo. Cero dos y una sensación de que el partido estaba cerrado.


Gol de Dani Segovia

La primera mitad finalizaba con un lanzamiento de falta que Quique Rivero a punto estuvo de convertir en gol. Gran primera parte del Racing que noqueaba completamente a su rival.

Se hizo de noche

El descanso no le sentó nada bien al Racing. Como en la novela Robert Louis Stevenson, parece que los pupilos de Iván Ania se tomaron una pócima infernal que cambió completamente la actitud de los jugadores racinguistas. Tardó un poquito en hacer efecto ese brebaje. Y es que en el minuto 52, Olaortúa transformaba en gol una jugada de estrategia del cuadro cántabro pero el colegiado consideró que el jugador vasco había cometido una falta previa.

Fue un punto de inflexión. El Doctor Jekyll se iba transformando en Míster Hyde, ofreciendo, poco a poco su peor cara. Garrido iba a comenzar con los avisos previos sobre la portería de Iván Crespo, pero el meta cántabro atrapaba muy bien el balón. 

El Racing se iba haciendo pequeño al tiempo que el Izarra crecía en el partido. Óscar Gil tuvo que emplearse a fondo para evitar el remate de Laborda cuando tenía una buena posición. Cisneros culminaba una buena jugada colectiva de los navarros que Iván Crespo tuvo que frenar. Todo se iba volviendo en contra de los santanderinos.

Ania, consciente de la decadencia de su equipo, comenzaba a mover su banquillo. Cayarga era el primero en salir en lugar de un cansado Nico Hidalgo. Pero el conservadurismo del Racing le hacía meterse en las inmediaciones de su área. Quique Rivero tuvo que mandar a córner un balón que que le quedaba franco a Laborda. 

Tanto se acercaban los navarros, que terminaron marcando. Y lo hicieron a balón parado. Un gran centro lateral de Cristo Díaz era rematado perfectamente por Chema Moreno al fondo de la red. Los locales reducían distancias y se lo empezaban a creer.

Con veinte minutos por delante el partido no pintaba nada bien para los racinguistas, que apenas inquietaban a los locales. El Izarra seguía creando muchos problemas en el juego aéreo, quizás por ello, Ania sacó del equipo a Olaortúa y dio entrada a Jordi Figueras. El asturiano buscaba refrescar a su equipo pero era incapaz de frenar las embestidas del Izarra. Rafa de Vicente entraba para reforzar el centro del campo en lugar de Quique Rivero.

Los cambios no surtieron efecto y el Izarra lograba el empate tras una indecisión de la zaga racinguista que supo aprovechar Cristo Díaz con un espléndido remate para poner la igualdad en el marcador. Fue un mazazo para un equipo racinguista que se volvió negro como la equipación que hoy lucía, completamente bloqueado y sin capacidad de reacción.

Gol de Cristo Díaz para el Izarra

Tal fue el atasco del Racing que el Izarra se pudo llevar el partido en el tiempo de añadido, cuando Sagues envió alto un balón cuando estaba bajo los palos de la portería de Iván Crespo. A pesar del susto final, en la última jugada del partido, un córner botado por Cayarga sorprendió a todos y Dani Segovia no pudo enviar el balón a la red tras un mal bote cuando se encontraba complemente solo.

Empate final que refleja fielmente lo que fue el partido, con una parte para cada equipo. El Racing fue grande y valiente en la primera mitad pero timorato y flojo en la segunda parte. Tras cuatro jornadas de liga y dos partidos de Copa, queda mucho camino por recorrer pero es cierto que en campos como el de Merkatondoa es donde se puede decidir la liga. El traspiés de hoy debe servir para sacar conclusiones y saber que cualquier rival puede complicarte la vida. El próximo domingo, nueva oportunidad para resarcirse de este pequeño golpe ante el Club Deportivo Vitoria.

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