10 semanas. Es el tiempo que lleva en marcha este Racing de
la temporada 2018/19. Desde que comenzaron los entrenamientos, allá por el 5 de
julio, una palabra es la que mejor puede definir a este equipo: Ilusión.
Después de dos partidos de liga y uno de Copa, la gran
mayoría de aficionados racinguistas nos hemos podido hacer una idea de lo que
puede ser este equipo a lo largo del año. Tres partidos ante dos rivales duros,
difíciles y que lo normal es que compitan con los santanderinos por los
primeros puestos del grupo.
Además, podemos calificar a los nuevos fichajes como muy
acertados o, al menos, parece que pueden ser buenos jugadores para que el
proyecto tenga éxito. Se puede discutir si falta un delantero goleador o no. Si
el sistema de juego más apropiado es el 4-4-2 ó el 4-2-3-1. Pero lo que sí se
puede confirmar es que el equipo transmite ilusión y posibilidades de ganar a
cualquier rival.
También, el nuevo entrenador, Iván Ania, parece que puede
ser el apropiado al dar al equipo mucho carácter y personalidad tal y como se
muestra el técnico asturiano en el banquillo.
Queda mucho camino por recorrer, muchos partidos por jugar y
muchas goles que marcar. Desde mi opinión, creo que el equipo es más compacto e
intenso que los que hemos podido ver años atrás. Lógicamente, dependemos de
marcar más goles que el rival. Son cuatro años seguidos en un pozo del que no
es fácil salir.
La inversión realizada por parte de los propietarios del equipo
para conseguir el ascenso puede ser un gran lastre de cara al futuro si no se
consigue el objetivo. Ahora mismo, es mi único miedo. Por lo demás, creo que el
equipo es lo suficientemente competitivo para ganar a cualquiera.
El camino es
claro: trabajo e ir partido a partido. La ilusión la tenemos. Ahora toca ganar
al Arenas de Getxo. El domingo aumentarán nuestras expectativas o nos pondrán los pies en
el suelo. Esperemos que suceda lo primero.
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