lunes, 4 de enero de 2016

No hubo séptima victoria

El partido de ayer en Coruxo no pintaba bien para el Racing. En primer lugar, la gran cantidad de bajas que, a priori, tenía el equipo cántabro, y, en segundo lugar, por el estado del terreno de juego. Vamos, que se daban las condiciones óptimas para cortar la magnífica racha del cuadro cántabro y la séptima victoria consecutiva iba a ser complicada.

Y lo cierto es que se cumplieron las expectativas iniciales. Y eso que al final el equipo pudo recuperar a Álvaro Peña, un hombre fundamental en la medular, y a un maltrecho Fede San Emeterio, a quien su hombro le causó problemas a lo largo de la semana. En principio, y pese a las bajas, el equipo plantaba un once de garantías, con la novedad principal de Isma Cerro en la punta del ataque acompañando a Coulibaly.

Equipo titular del Racing en Coruxo

Pero ya solo con ver las condiciones del terreno de juego se podía preveer que el partido iba a resultar complicado. Campo con mucha agua debido a las lluvias, un balón que no rodaba y que perjudicaba claramente al fútbol de toque del equipo cántabro. Aún así, el campo estaba igual para los dos equipos. Ya desde el principio, pudimos ver a un Racing apagado, que abusaba de los pases cortos y cuya estabilidad de los jugadores no era la deseada. Y pronto, la defensa se cargaba de tarjetas, lo que dificultaba entrar al choque con garantías. Aún con todos estos inconvenientes, el equipo intentó jugar y llegar, pero también se notó en exceso el trabajo de Dioni. Isma Cerro no estuvo acertado, al igual que Coulibaly, dos jugadores que necesitan unas condiciones del campo mucho más rápidas.

Isma Cerro no estuvo muy acertado (D. Montañés)

En definitiva, el equipo tuvo su opciones a lo largo del partido, pero el rival creo que estuvo mucho más práctico y aprovechó uno de los fallos defensivos que se le presentó. El resultado quizás fue justo, con un Racing que no supo adaptarse a las condiciones y que acusó en exceso la baja de hombres como Dioni o Dani Rodríguez.


El pinchazo del Racing de Ferrol consuela la derrota cántabra. Aún hay margen de maniobra y un calendario propicio para sumar muchos puntos. El Racing de Ferrol tenía que pinchar y atravesar su particular bache, y está llegando en el mes de enero. La derrota cántabra creo que queda compensada. Hay 19 partidos por delante para recuperar posiciones, y los próximos partidos ante Celta B, Astorga y Arandina son muy importantes antes de afrontar la piedra de toque que será el Logroñés. Sin duda el equipo ha demostrado tener capacidad de reacción.

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