Ayer no pude desplazarme a Salamanca. Lo escuché por la radio y por varias emisoras. Todas coincidían en la seriedad del equipo y en el buen partido que estaban haciendo. Me fui con muy buenas sensaciones y con la idea de que la victoria fue trabajada y merecida. Quizás la entrada en el equipo de Granero tras una lesión de larga duración sea clave. Es un jugador que aporta carácter, garra, fuerza y calidad. Puede ser el revulsivo que necesita Munitis para que el equipo despegue.
Ahora, tengo muchas ganas de que llegue el domingo para jugar contra el Cacereño. Tengo ganas de poder ver ese Racing que no pude ver ayer. Quiero ver que no sea fruto de un buen partido aislado fruto de la buena calidad de nuestros jugadores. Quiero que el partido de ayer no sea ese árbol bonito que no nos deja ver lo que hay detrás de él. Os aseguro que quiero creer, quiero ver a un equipo competitivo, agresivo y difícil de ganar. Por eso mismo tengo esperanza de que la situación cambie y mejore y empecemos a despegar. De verdad, esperanza...
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