Hace poco más de un año, el racinguismo se daba un baño de
euforia, en gran parte descontrolada y efusiva, por el regreso del equipo
al fútbol profesional. Todo parecía que volvía a su cauce: los jugadores eran
unos fenómenos, Chuti Molina había dado una lección en la gestión del equipo e
Iván Ania hacía su irrupción en el fútbol de élite y presentaba sus
credenciales para labrarse un futuro sólido en los banquillos españoles.
Los jugadores celebran el gol de Buñuel ante el At. Baleares. El País
Ahora, un año después, ni los jugadores han dado resultado,
ni Chuti Molina ha triunfado, ni ninguno de los tres entrenadores que ha tenido
el equipo han logrado que el club regrese a la segunda división b. Año
lamentable y vergonzoso que terminará con el equipo colista de la Liga
Smartbank.
Todos estos despropósitos se pueden resumir, en mi opinión,
en tres errores muy graves que se han producido este año.
En primer lugar, la política de fichajes ha sido un fracaso.
Chuti Molina se empeñó en fichar a jugadores veteranos, muchos de ellos en una
clara cuesta abajo de su carrera profesional. En este sentido, podemos
referirnos a Alexis Ruano, David Rodríguez, Abraham Minero o Toribio. Recuerdo
en una entrevista antes de iniciarse la presente temporada, como el director
deportivo incidía en la necesidad de fichar gente rápida, joven y varios
delanteros que sumaran entre ambos cerca de 30 goles. Evidentemente, y visto lo
visto, ha quedado claro que Molina mentía o no pudo hacer lo que tenía en mente,
aunque claramente me quedo con la primera opción.
Chuti Molina. Foto: www.realracingclub.es
La segunda razón ha sido el engaño al que nos hemos visto
sometidos los racinguistas. El tan traído tema del límite salarial salía a
colación para recordarnos a todos los seguidores del equipo cántabro que este
año lo íbamos a pasar muy mal. Y señalo como principales culpables a los medios
de comunicación más cercanos al club. Parecía que como nuestro límite salarial
era el cuarto más bajo de la categoría no teníamos nada que hacer. No se debían
acordar de las largas temporadas en primera división donde el Racing se
agarraba año tras año a la categoría luchando y ganando, en muchas ocasiones, a
los grandes equipos de la competición que nos triplicaban o cuatriplicaban el
presupuesto. A pesar de ello, este año iba a ser muy malo. Viendo la
clasificación, que se lo digan al Fuenlabrada, Mirandés y Ponferradina, que
subieron el pasado año con el Racing a la Liga Smartbank y que arrancaban con
un presupuesto inferior al del Racing.
Fuente: marca.com
La tercera razón es, desde mi punto de vista, la escasa
capacidad de jugadores y cuerpos técnicos para gestionar los partidos. Solo
hace falta ver todos los puntos perdidos en los minutos finales de los partidos
o aquellos encuentros que no se ganaron (más bien se perdieron) cuando el
equipo empezó adelantándose en el marcador.
La llegada de José Luis Oltra no ha tenido el efecto buscado. Foto: www.realracingclub.es
En fin, son tres razones de las muchas que probablemente
habrán sido culpables del descenso del equipo. A pesar de ello, no hay vuelta
atrás y espero no volver a vivir un año tan atípico e insulso como este, en el
que apenas me ha hecho daño la pésima clasificación y los lamentables partidos
jugados por el equipo.
Toca reconstrucción, armar buenos y sólidos cimientos
para que una temporada como esta no vuelva a suceder. No sé si los gestores se
lo tomarán en serio o no, pero toca ser responsables con la institución y con la
fiel y sufridora afición de este centenario club.
No hay comentarios:
Publicar un comentario